Llegada la Navidad, nos disponemos a celebrar unos días en compañía de nuestros seres queridos, pero, ¿realmente sabemos QUÉ estamos celebrando?. Me hace mucha gracia cuando la gente discute si Santa Claus es una tradición Yanki que se nos introduce comercialmente (verdad en parte) y que la nuestra es la “tradicional” con los Reyes Magos y otras cosas por el estilo, sorprendiéndome lo poco que sabe la gente de nuestras raíces (mucho más allá de las religiones y creencias). No me planteo con este post adentrarme en la veracidad de los mitos y creencias, sino exponer la numerosa variedad de ellas que se superponen y lo similares que son, ya cada cual que saque su conclusión personal. Empecemos por el principio..
En la antigüedad, los pueblos nómadas o ya sedentarios seguían el ciclo natural anual por necesidad, ya que dependían de estos ritmos para cazar, recolectar y cultivar quedando como no en invierno paralizado todo, ya que el clima impedía la mayoría de las actividades que se desarrollaban desde primavera hasta el otoño. Sería en estos momentos cuando los clanes comenzaron a reunirse desarrollando un carácter “festivo” en cuanto que se compartía más con el resto de los miembros del grupo momentos más íntimos y personales encarados al ocio.
A medida que el Hombre va desarrollando el carácter de lo trascendente y descubre los ritmos astrales (solsticios y equinoccios, ritmos lunares y solares, eclipses..) conjuga todo con planteamientos mágicos que expliquen el porqué de las cosas, dando lugar a las primeras creencias que adoraban lo natural (animistas en un principio) siendo sus principales Dioses, el Sol y la Luna al que añadimos constelaciones, planetas..
A medida que la sociedad va evolucionando y volviéndose más compleja, sus creencias lo hacen igual desarrollando nuevos Dioses que cubren nuevas necesidades existenciales de sus creyentes, así por ejemplo, en el caso de la Navidad tema que nos trata, numerosos Dioses nacen en 25 de Diciembre, Dioses solares que traen el conocimiento o la salvación al hombre con su sacrificio y esfuerzo, además todos nacen de madre vírgenes.
Tenemos a Attis (Dios de Frigia) hijo de Cibeles (Nana), doble divinidad (padre e hijo divino), cruzificado en un árbol para salvar a la humanidad resucitará al 3º día encontrando los sacerdotes su tumba vacía el 25 de Marzo, sus seguidores se bautizaban y comían pan y vino como cuerpo y sangre Divinos. A Dionisios Dios griego del vino, símbolo de la sangre y de la vida (cuyo nacimiento estuvo rodeado de una gran luz, adorado en un pesebre, cuya cuna es transportada por un asno y que terminaría siendo crucificado [moneda]) de Sémele. A Adonis (Dios Sirio, venerado en una cueva ubicada en un bosque donde más tarde se situó Belén) de Mirra. Frey hijo de Odín y Friga. Herácles llamado “El Salvador” y “Príncipe de la Paz” muere en el equinocio de primavera. Curioso es el caso de la venida de Osiris es anunciada por tres sabios identificados con las tres estrellas principales de cinturón de Orión (Alnitak, Alnilam y Mintaka) que apuntan a Sirio (Osiris) su hijo Horus nace el 25 de Diciembre en una cueva, su madre virgen Isis-Meri (proclamada por los egipcios “Reina del Cielo” y ataviada con un manto azul adornado de estrellas), Mitra nacería el 25 de Diciembre de una Virgen en una cueva (¿establo?) siendo adorado por unos pastores que le trajeron presentes, conocido como El Salvador, El Redentor, El Cordero de Dios y El Hijo de Dios resucito de entre los muertos (acontecimiento celebrado por sus seguidores al comienzo de la primavera), estableció un bautismo de agua y unos banquetes sacramentales (usando pan, agua y vino – carne y sangre). Buda fue anunciado por señales celestes y adorado por ángeles, su madre virgen Maya fue penetrada por un rayo divino conciviendo. Sösyans nacido de virgen será un gran Rey (que no Dios) que impondrá la justicia cuando el Mundo parezca perdido según la religión de Zoroastro (Zaratustra) “Habrió la boca y habló en presencia de sus discípulos […] Quiero revelaros un misterio prodigioso que se refiere al Gran Rey que ha de venir al mundo, Al Final de los Tiempos, cuando se acerque la disolución final, un Niño será concebido y sus miembros de formarán en el vientre de una virgen, aunque ningún hombre se habrá acercado a ella […] Cuando se acerque el comienzo de su llegada grandes señales aparecerán en el cielo. Aparecerá una estrella brillante en medio del cielo, cuya luz será más grande que la del Sol”. Zoroastro nacido el 25 de diciembre de Virgen, bautizado en un río hacedor de milagros y tentado por demonios, por su sabiduría se le denominó “la palabra hecha carne”. ¿Os suena de algo?. De los 89 capítulos de los 4 Evangelios, 80 son una posible copia (o se parecen sospechosamente) de la vida y doctrinas de Krisna y Buda.
Aparece finalmente el Cristianismo institucional a manos de Pedro y Pablo de Tarso donde el nacimiento de Cristo no es para nada la fecha principal de la nueva creencia, por ello hay que tener en cuenta que hasta finales del siglo II del Cristianismo apenas se conmemoraba o tenía importancia la natividad donde la verdadera fiesta sagrada era Pascua (lo cual es lógico ya que su sacrificio es lo que salva al mundo). Las Fechas especulativas sobre el posible nacimiento de Cristo abarcan desde el 6 de Enero hasta el 25 de Mayo (e incluso en verano), lo que queda claro es que nunca pudo ser a finales de Diciembre (y no sólo por datos históricos), basándonos simplemente en palabras de San Lucas. “Había en la región unos pastores que pernoctaban al raso y de noche se turnaban entre ellos para velar por el cuidado de los rebaños”, cosa dudosa en pleno invierno y en una zona como Belén (si es que fue allí donde nació), el frío y falta de pastos por el crudo invierno hacen dudosas estas fechas. Sería Liberio I (352-366 siglo IV) quien con carácter dogmático e impositivo dictaminó que Jesucristo había nacido el 25 de Diciembre que por aquel entonces era la fiesta pagana romana por excelencia “Natalis Sol Invicti” (Nacimiento del Sol Victorioso), acogiendo para la nueva religión pujante esta determinada fecha paganda celebrada desde siglo atrás por la mayoría de los pueblos Europeos (sobre todo Celtas) abarcando desde 3 días antes del 24 de diciembre hasta los 6 días posteriores (Yule celta).
A raíz de esto también fue necesario buscarle un año como punto de partida, Dionisio (el pequeño) consejero de Juan I (523-526) sería el encargado quien tras consultar distintas fuente (probablemente poco fiables) dictaminó que el años del nacimiento de Cristo fue el 754 tras la fundación de Roma, encarnado el 25 de Mayo y naciendo el 25 de Diciembre (para no contradecir lo ya estipulado), por ello la creencia de que Cristo murió con 33 años, aunque las modernas investigaciones como las del periodista José Rodríguez Bonfill parecen indicar que murió cuando contaba con unos 40 años, entre el 9 y el 6 A.C.
Por otro lado, los Reyes no pasaron a llamarse Magos (de manera cotidiana) hasta el siglo VI, con San Cesáreo de Arlés. Cierto es, que Tertuliano en el siglo II los nombró reyes considerando que en un versículo de Salmos “los reyes de Tarsis y las islas traerán tributo” (Sal 72,10) se refería a ellos, aunque Mateo los presenta sólo como magos (Magoi en griego). Su número es incierto, 3, 4 y hasta 12, aunque al ser 3 los regalos presentados se ha concretado este número como al real. Los nombres tampoco son seguros, cada pueblo les otorgó los suyos propios no siendo hasta el siglo VII que encontramos la versión con los nombres que hoy en día conocemos popularmente. No fueron a adorar al niño, sino a rendirle homenaje, la palabra griega empleada “proskuneai” (de “proskuneo” “Pros” postrarse y “Kuneo” besar) expresa que los magos fueron a postrarse ante un rey, no ante un Dios. Se supone que sus resto encontrados en el siglo IV por Santa Elena por Persia fueron llevados a Constantinopla y más tarde a Milán y Colonia. La Celebración del 6 de Enero proviene de la fiesta de la Epifanía que celebraban las iglesias orientales para sustituir a la fiesta del nacimiento del Tiempo Nuevo (el Aion), celebrada en Alejandría. En templos del siglo III se representaban solo dos, en catacumbas romanas del siglo IV dos o cuatro, media docena en pinturas de la época, 12 en la iglesia Siria y Armenia y hasta sesenta en la Iglesia Copta. En el 1º cuarto del siglo III Orígenes afirmó taxativamente que habían sido 3 imponiéndose progresivamente esta cifra. Tertuliano lavaría la imagen de estos al cambiarles sus gorros frigios (como eran representados hasta entonces con la connotación sacerdote-astrólogo que conllevaba) por coronas reales a la usanza latina.
Quizás los magos podrían haber sido sacerdotes de la religión de Zoroastro o alguna sociedad secreta de aquellos tiempos, pudiendo tener información que incluso los judíos desconocían, la profecía habla del llamado libro de Seth (hijo también de Adán) sellado por el mismo dedo de Dios que, pasando de generación en generación (Noé, Abraham, David..) así hasta las cortes de Persia llega hasta estos magos/sacerdotes que serían los encargados de entregarlo a su destinatario, sabrían de antemano a donde y cuando tendrían que ir para entregarle el libro al “elegido” (que sería el mismo Dios encarnado).
Comprobamos así, que no todo es como parece y probablemente San Nicolás sea más nuestro y más cristiano, real e histórico que los tres Reyes (para tener mas información al respecto leer enlace de abajo), que aparecen fugazmente en los evangelios, de manera muy diferente como nos lo pintan coloquialmente sin concretar claramente su número (hasta hoy en día discutido por los entendidos) su valor solamente es metafórico para dar a entender que TODAS las razas adoraron al supuesto salvador en su venida al mundo.
Pero tras todo esto me planteo. ¿Realmente nos damos cuenta de cual es nuestra herencia y que celebramos? Lo cierto es, que yo me identifico más con aquellas primeros clanes donde tras un ciclo de trabajo, se entretenían con sus congéneres compartiendo estas fechas con un carácter fraternal y filial disfrutando de la compañía de los suyos y preparándose para el comienzo del nuevo ciclo con la siguiente primavera. ¿Hemos perdido estos valores? ¿Nos hemos vuelto tan materialistas, que nos resulta más importante demostrar que mi Dios o el tuyo nació cual o tal día, o mis reyes son mejores que tu Santa Claus?
El Espíritu del Gran Invierno sigue viniendo año, tras año, lo llamemos como lo llamemos y si eres listo sabrás aprovechar estas fechas para lo que de verdad se supone que son, compartir con los tuyos y tus semejantes ¿No crees?.
Para saber mas sobre San Nicolas/Santa Claus y de donde viene su mito pincha aquí:
Lo cierto es que suena muy interesante el tema, pero estaré celebrando "lo que sea" con mi familia en Madrid.
ResponderEliminar¡Feliz «insertar festividad personal» y Próspero 2012!
Jejejejeje.. Felices fiestas, pásatelo bien y ya nos vemos a la vuelta (;P).
ResponderEliminarGran artículo José A. muy completo y estupendamente redactado, no se hace pesado, un saludo y gracias :)
ResponderEliminarGracias MJ, me alegra saberlo, me preocupaba que se hiciese algo pesado y largo ;)
ResponderEliminarFeliz saturnalia a todos los tertulianos y a sus familias!.
ResponderEliminarOs deseo salud y alegría para las fiestas.
Luis.
PD: Tambien quiero felicitar a los extraterrestres de alfa centauri, a los iluminati, a los reptiles inteligentes que viven en las profundidades de la tierra, a las almas descarnadas del bajo astral y al chupacabras. :)
Ya veo por donde vaaaasss...
ResponderEliminarEstupendo artículo, además he cotejado algunos datos y todo es correcto, el martes os llevare algunas fuentes.
ResponderEliminarYo estaré por allí. Muy bien documentado, cuando yo me he informado en otras ocasiones sobre el tema me he encontrado con mucha morralla, así que imagino el trabajo que te ha costado ir corroborandolo todo. Buena investigación
ResponderEliminarPues si, muy bien documentado y esclarecedor. Lástima que no pude asistir a tu ponencia. En realidad, creo que en el fondo todos celebramos el hecho de estar juntos, en familia, con salud y poniendo nuestras esperanzas en el nuevo año. Maria
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