Exploracion Urbana, La casa de Jerez

Entre las próximas actuaciones que se van a realizar en el entorno del Aeropuerto jerezano se encuentra la casa conocida como el chalet del coronel.

El chalet del coronel es un edificio de estilo inglés construido en la época de la posguerra como residencia del comandante jefe del entonces Aeródromo Carlos Haya y popularmente conocida como Base Aérea de la Parra.

El origen de este aeródromo según se especifica en el libro de Carlos Fernández Villegas sobre la historia de Jerez y la provincia de Cádiz tuvo lugar en la Guerra Civil española ,cuando un grupo de bodegueros, encabezado por Manuel González Gordon inician la recaudación de fondos con objeto de adquirir un aeroplano que, con el nombre de Jerez, se incorpore a la aviación nacionalista.

El millón doscientas mil pesetas recaudado es ofrecido por el alcalde de Jerez, D. Bernabé Rico Cortés, al general Kinderlan, quien da su aprobación para que con este dinero en vez de adquirir un aeroplano, se inicien los trámites para la construcción de un aeródromo, por considerar esta inversión mucho más necesaria.

El 8 de mayo de 1937 se inician los trabajos de explanación de los terrenos de la finca Dehesa de Angulo, con una superficie de 214 hectáreas y 95 áreas. Las obras se finalizaron en noviembre, e inmediatamente se establece en Jerez la Escuela de Trasformación, dedicada a la formación de pilotos procedentes de las escuelas elementales de Badajoz y el Copero. Poco a poco la escuela de pilotos ve creciendo en actividad y mejorando sus instalaciones, recibiendo en marzo de 1938 el nombre de Aeródromo Carlos Haya en memoria del piloto bilbaíno.

La residencia del coronel se estableció en un chalet cercano, aquella casona escondida entre arbustos y frente a la Base, junto a la capilla de la Virgen de Loreto y con un cierto aspecto misterioso cuando la oscuridad de la noche se apoderaba de todo el recinto militar. Por allí pasaron los Ansaldo, Paternina, Izquierdo, Chillón, Goy, Astruc y tantos aviadores que estuvieron al mando de la Base.

Varias generaciones de jerezanos hicieron guardias en aquel castrense edificio enclavado en los antiguos terrenos de la Parra, cercano, también, a aquel Cristo de Chaveli, perdido entre vegetación y que tantas veces nos sorprendía cuando viajábamos en tren camino de Sevilla; y a la venta de la pinaleta donde tantas juras de banderas se celebraron y tan buenos bocadillos de tortilla servía el bueno de Andrés y su esposa Pepa a unos soldados hartos del olor a cocina cuartelera.
En 1993 las instalaciones militares quedaron clausuradas y el chalet del coronel cobró, aún más, su protagonismo tenebrista de película de miedo, en medio del bosque de chopos y eucaliptos, acrecentando su tenebrismo con la banda sonora del rugido de los aviones del cercano aeropuerto.

El pasado lunes fue el día de la Virgen de Loreto, la misma que en San Pedro, se vio acompañada, durante años, por los inquilinos de aquel chalet, la misma a la que rindieron honores de patrona tantos soldados como por allí pasaron ,la misma a la que mandos y jefaturas regalaron pasos, mantos, diademas y cientos de flores, a la misma que se agarró un Hermano Mayor en los últimos instantes de su vida cuando el avión que pilotaba capoteó camino de la catástrofe, la misma que en un año santo mariano recibió una copia minúscula en plata del Castillo de Santa María. un avioncito del que ya nunca se separó.

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Pronto el chalet del coronel será historia porque de su antigua función solo quedará el recuerdo, un pasado que se hace presente cada 10 de diciembre, el día de la patrona, y se hace seguridad eterna cada vez que en San Pedro, en un avión pequeñito los aeronavegantes del mundo, militares y civiles, se abrochan los cinturones agarrados a la mano de su Madre.

Fuente: http://jerezintramuros.blogspot.com/2010/12/el-chalet-del-coronel.html